El mancuso fue una moneda cristiana hecha de oro usada en la península ibérica en el siglo XI a imitación del dinar andalusí. Su acuñación es una prueba del fin de la hegemonía del estado andalusí que se fue decantando a partir de la Fitna de Al-Ándalus (1009-1031) hacia los reinos cristianos del norte, ya que desde ese momento las riquezas dejaron de circular de norte a sur para tomar la dirección contraria —los primeros mancusos fueron acuñados por el condado de Barcelona—.[1]
A finales del siglo XI el mancuso fue sustituido por el morabetino o maravedí.